LA ARTERIA VERDE

 Pensar en el futuro de un pueblo, consiste en reflexionar a largo plazo, en tener en la mente a las generaciones presentes y futuras. Desgraciadamente, el equipo de gobierno  actual tiene las luces cortas. Ha desechado la arteria verde de la Calle Rosa de los Vientos, con el argumento de que no es “nuestro proyecto”, Cuando dice “nuestro”, a quien se refiere ¿A los grupos políticos del gobierno municipal? ¿A algunos empresarios que los apoyaron en campaña electoral?

 No han pensado en nuestro pueblo, porque no tienen claro un modelo de ciudad del siglo XXI: amable, sostenible, arbolada, de futuro. Demuestran, con esa actitud, ser negacionistas del cambio climático, tomando idénticas medidas que la derecha extrema en algunas ciudades.

Nadie quiere renunciar al automóvil, pero el Conil del futuro, debe repensar sensatamente la relación de las personas y el automóvil. El investigador Francesco Tonucci, en su libro la Ciudad de los niños aboga por construir esta, teniendo en cuenta los más débiles: los niños, las personas con dificultades de movilidad, de los ancianos, porque así será útiles para todos. “Un futuro en el que el poder de los coches acabe donde comiencen los derechos del peatón; un futuro en el que la ciudad esté más limpia, menos ocupada, donde podamos movernos; donde podamos encontrarnos; donde en definitiva podamos vivir mejor; donde sea posible que un niño salga solo de casa y juegue con sus amigos.”

El futuro no se construye  de la noche a la mañana. Idear el futuro de nuestro pueblo consiste en construir un puzzle o mosaico, donde vas colocando pieza a pieza hasta completarlo. Durante 28 años IU ha ido construyendo ese mosaico en función del modelo de ciudad previamente concebido en su proyecto político, poco a poco, tramo a tramo pero constante en la búsqueda de un Conil habitable. La negativa del actual equipo de gobierno tripartito a realizar la referida arteria verde de la calle Rosa de los Vientos obedece a que   no quieren colocar una pieza en el mosaico ideado por IU porque consolidaría ese modelo. El problema del tripartito es que  no tienen modelo alternativo que solucionen los problemas actuales de una ciudad del siglo XXI, su única salida es volver al pasado, al parcheo impuesto por intereses particulares, demostrando que su proyecto político no es el de la mayoría social.  

Mientras tanto, “¿A quién le corresponde tomar las medidas necesarias para que Conil no se destruya?” Al pueblo movilizado.